La fusión con Sabadell no está cerrada: accionistas y directivos de BBVA se oponen a la operación
"De texas a Alicante": al mercado no le gusta invertir el capital generado en EEUU en un banco con grandes dudas
Los accionistas prefieren una gran recompra de acciones que ahora queda en entredicho
BBVA y Banco Sabadell confirman las conversaciones para fusionarse que adelantó OKDIARIO
BBVA y Banco Sabadell confirmaron este lunes las conversaciones adelantadas en septiembre por OKDIARIO, ahora en una segunda fase con bancos de inversión y otros asesores. Pero la operación no está ni mucho menos cerrada, puesto que se enfrenta a la oposición de algunos fondos presentes en el capital del banco vasco e incluso de parte de su alta dirección. No gusta que se utilice el capital generado con la venta de Estados Unidos en un banco con tantas incertidumbres, y los inversores prefieren una gran recompra de acciones como la prometida ayer mismo por Carlos Torres.
«Salir de Texas para meterse en Alicante no tiene mucho sentido», comenta un gestor de fondos con posiciones en BBVA. «El mercado se había tomado muy bien la venta de Estados Unidos anunciada esta mañana porque abría la puerta a dar una mejora de la remuneración al accionista que compense en parte las pérdidas que arrastra. En cambio, por la tarde anuncia que negocia con Sabadell, es decir, que va a enterrar ese capital en un banco que va a necesitar muchas provisiones», añade. «Con esta operación ya no será posible la recompra de acciones prometida». Claro que peor aún habría sido acometer la fusión sin haber vendido la filial norteamericana, porque habría exigido seguramente una ampliación de capital.
Este descontento del mercado se reflejó ayer en la cotización de BBVA en Wall Street, que cayó un 4% respecto al precio en que cotizaba antes de publicar el hecho relevante en que reconocía las conversaciones. Finalmente, cerró con una subida del 12,8% (respecto al viernes). Este martes ha comenzado bajando cerca del 4% en la Bolsa española.
Sabadell tiene un importante negocio de pymes y relacionado con el turismo (heredado de la antigua CAM, Caja de Ahorros del Mediterráneo), los sectores más afectados por el covid. Se espera un fuerte repunte de la morosidad que obligará a dotar muchas más provisiones de las que tiene constituidas la entidad (aparte de otros problemas que arrastra de la crisis anterior). Asimismo, Sabadell sigue lastrado por el británico TSB, que le ha ocasionado enormes gastos por sus problemas tecnológicos y que sigue sin aportar al beneficio al día de hoy.
«A muchos directivos de BBVA les preocupa mucho el asunto. Mucho es tanto como que no lo quieren hacer, y así se lo van a decir al presidente», según una fuente cercana al banco. Consideran que la situación del Sabadell es en realidad mucho peor de la que reflejan sus cuentas públicas y que puede ser un enorme problema para el banco.
El precedente del Popular y el agravio comparativo
Estos directivos recuerdan que a Santander no le ha salido tan bien como esperaba la compra de Banco Popular porque, aunque vendió todo el ladrillo a las primeras de cambio, la entidad adquirida arrastraba también muchos problemas derivados de su negocio de pymes, que ahora con la pandemia también le están penalizando mucho.
Y además, está el agravio comparativo con dicha operación: Santander esperó a la resolución del Popular para poder comprarlo por un euro, mientras que BBVA tendrá que pagar una prima que ayer el mercado cifró en un 24% respecto a la cotización del viernes del Sabadell; su capitalización llegó a 2.380 millones. «Como en los tiempos de Emilio Botín y Francisco González, el Santander quedará como el más listo que compra barato o gratis y vende caro, mientras que BBVA compra caro y luego tiene suerte si llega a empatar, como en Estados Unidos», según un experto en el sector.
Esta oposición no se ha trasladado al consejo de administración, según las fuentes. Pero es difícil que allí surjan voces discordantes puesto que el grueso de sus 15 miembros fueron nombrados por González y se les considera fieles a su sucesor.
Un fracaso de la fusión sería catastrófico para Sabadell
Otras fuentes sostienen que, a pesar de estas voces discrepantes, el BCE no va a permitir que BBVA se eche atrás. Primero, porque le soluciona el problema de Sabadell, para el que solo quedaban como potenciales compradores BBVA o Santander tras la fusión de CaixaBank y Bankia. Y segundo, porque si dice que la due diligence ha encontrado que Sabadell está peor de lo que creía, se provocaría tal desconfianza entre los inversores y los clientes que sería probable que acabara en resolución como el popular.
En el lado positivo para BBVA, tras la venta de la filial norteamericana, le interesa dar más peso al negocio en España en su balance ante el excesivo peso de los países emergentes, como reconoció ayer el propio Torres.
Además, en nuestro país BBVA obtendría unos grandes ahorros de costes gracias a la reducción de oficinas y servicios centrales duplicados y a los despidos consiguientes, el verdadero leit motiv de la operación CaixaBank-Bankia. En el caso de BBVA-Sabadell, el banco suizo UBS estima que las sinergias serían de unos 800 millones anuales, con unos costes iniciales de reestructuración de 2.300 millones que también le saldrían gratis, como a CaixaBank, gracias al efecto contable de comprar Sabadell por debajo de su valor en libros (badwill, fondo de comercio negativo). Este impacto puede llegar a 8.000 millones.
Ayer se conoció también que BBVA ha contratado a JP Morgan como asesor en esta operación, según publicó El Confidencial; Sabadell ya contaba con Goldman Sachs desde septiembre para explorar las diferentes posibilidades. Asimismo, el primero se ha puesto en las manos de Deloitte y el segundo en las de PWC para la due diligence (revisión en profundidad de las cuentas del otro), según La Información.
Queda también por aclarar si finalmente Kutxabank logrará entrar en la operación como pretende el PNV, aunque sea en una segunda fase, o la operación se cerrará solo a dos bandas. Si es que se cierra.